miércoles, 18 de mayo de 2011

MI ADAPTACION LITERARIA

EL PRINCIPE Y EL CHOCOLATE.

Erase una vez en un país muy muy lejano y hace muchísimos años, había unos reyes, los más guapos del mundo tanto él como ella, y tuvieron un hijo y como era normal nació el niño más guapo del mundo, todo aquel que veía a su niño, no podía dejar de mirarle. La reina se empezó a preocupar cuando su hijo empezó a crecer y dejo de ser un niño y empezó a ser un chico, ella pensaba que su hijo no podía casarse con cualquiera, que debía de ser como mínimo tan guapa como ella, y  ella estaba considerada como una de las mujeres más guapa del mundo.
Entonces en aquel momento la  reina empezó a llamar  a todas las princesas del mundo, primero de los reinos más cercanos, luego como ninguna le convencía, empezó a buscar en los reinos que estaban más lejos, hacía fiestas para que vinieran princesas y reinas de todo el mundo, le mandaban retratos de mujeres del mundo entero, pero la reina por más que miraba y por mucho que algunas eran guapísimas no veía a ninguna que fuera más guapa que ella. El príncipe le decía que porque no lo dejaba y esperaba ,que esa princesa ya aparecería. La reina decía que no podía consentir que se casara con la primera que apareciera ya que sus nietos tenían que ser tan guapos como ella y el rey.
El príncipe se empezó a preocupar por su madre que estaba empezando a obsesionarse, y no se daba cuenta de que él no quería casarse. Justo ese día la madre llego súper ilusionada, y le dijo que le había encontrado a la mujer perfecta, le enseño un retrato, y el pobre príncipe por más que la miraba que no la encontraba nada, y no le gustaba además ni un poquito, pero sabía que con la obsesión que tenía su madre no podía decirla que no. Entonces se quedo toda la noche pensando que podría hacer.
Al despertarse pensó que lo único que podía hacer era irse, pero no quería porque aunque su madre fuera rara y estuviera un poco loca la quería, entonces pensó que debía de ganar tiempo, esperar a que  se la pasara esta locura con casarle que le había entrado. Y dijo : le voy a poner alguna condición muy difícil para que tarde mucho en hacerla. En un primer lugar le pidió tres cosas antes de casarse. Quería tres flores las más bonitas que hubiera en el mundo, le dijo a su madre que era lo mínimo que podía hacer por su futura esposa, la madre le dijo que vale, pero que tardaría mucho porque tendría que mandar a alguien a recorrerse el mundo y cuando viera todas las flores tendría que volver a elegir las tres más bonitas, él le dijo que era lo que había y que empezaran ya para tardar menos.
En este tiempo el príncipe había seguido con su vida, había vuelto a ser feliz, pero pasados unos años, el jardinero apareció con tres jarrones cada uno con una flor, a cual más bonita, el príncipe se quedo con la boca abierta y pensó que ahora sí que había llegado el momento, dijo bueno tengo esta noche para pensar algo, y así ganar algo más de tiempo, porque mi madre sigue pensando lo mismo. 


A la mañana siguiente le dijo a su madre que ya sí que si como última condición para casarse, quería  de regalo de bodas una tableta de chocolate, y la madre le contesto que en un minuto la tendría y el la explicó que quería que fuera una mezcla de los chocolates con mejor sabor de todo el mundo que debían de cogerlos y fundirlos todos y juntárlos, y esa era la tableta que él quería. Y que cuando eso estuviera hecho ya que se casaría, la reina dijo que vale  que si eso era lo que quería pues que así sería.

Después de 1 año apareció la madre, con una tableta que solo con el olor daba hambre, entonces ya vio que estaba todo perdido,  y pensó que por mucho que quisiera a sus padres él no podía aceptar vivir toda la vida con alguien que no quisiera.

Cogió en una caja las tres flores, la más azul de todas, la rosa más bonita del mundo, y la flor con el amarillo más brillante, guardo bien su tableta de chocolate y se fue.

Pensó que nadie le reconocería y se fue al reino de al lado suyo, y pensó que allí nadie le buscaría ya que los dos reinos eran enemigos y no se llevaban bien. Llego al palacio y pidió trabajo de lo que fuera, y le dijeron que había uno libre como ayudante de cocina, desde ese momento los días fueron pasando tranquilos, siempre igual, hasta que un día el cocinero le dijo que si podía ir a subirle la cena  a la princesa, desde ese día el príncipe esperaba con deseo que llegara la noche para ver a la princesa, no podía dejar de pensar en ella, sin darse cuenta se estaba enamorando.  Pasaron los días, y pensó que tenía que hacer algo, entonces decidió regalarle lo más preciado que tenia, y cada noche empezó a darle un trocito de chocolate, la princesa estaba encantada decía que era el mejor que había probado nunca, el príncipe se sintió muy feliz, y siguió haciéndolo durante todas las noches hasta que se acabó lo que tenía, entonces la primera noche en la que ya no había, la princesa bajo a la cocina, a ver porque no había más y le pregunto al cocinero jefe que porque no tenia chocolate, claro él no sabía nada, y le dijo que no sabía de que estaba hablando que en la cocina hacía mucho tiempo que no había chocolate, que el rey lo había prohibido, entonces la princesa, se dio cuenta de todo y se fue riéndose, pero prefirió no decir nada y esperar,  porque aunque ella no hubiera dicho nada también se había fijado en el nuevo cocinero, tenía una belleza digna de un príncipe, era imposible dejar de mirarle, pero claro no podía decir nada hasta no estar segura de que el sintiera lo mismo.
Desde aquel día pensó que debía de comprobar si le gustaba también a él y decidió dejar en la bandeja de la cena todas las noches algo suyo y después de unos días se metería en su habitación y vería si lo había guardado o lo había tirado, como estaba claro el príncipe cada noche que recogía la bandeja y encontraba algo suyo lo iba guardando en la misma caja donde tenía las flores.

La princesa una mañana mientras él trabajaba se escondió y miró en su habitación , al abrir la caja encontró sus cosas y las tres flores se quedo maravillada, pensó que si algún día se las regalaba le diría que si quería casarse con ella, el príncipe que noto que habían tocado sus cosas se dijo que debía de regalársela y si la gustaban se atrevería a pedirla que se casara con él.

El primer día le dio la flor mas azul de todas, y a ella la encantó se sentía súper feliz, el segundo día le dio la rosa más bonita del mundo, y el tercer día le dio,  la flor con el amarillo más brillante del mundo,  y ese día cuando él se iba a ir la princesa le agarro y le pregunto que quien era de verdad, que ella sabía que no era un simple cocinero, y que fuera quien fuera quería estar con él. El príncipe le contó su historia, quien era porque se había ido... ella le escucho y le dijo que eso daba igual que si él la quería empezaría de cero se casarían y vivirían felices.

Y colorín colorado…este cuento se ha acabado!!

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